“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”          

Esta pandemia, aparte de traernos situaciones adversas que siguen llenándonos de zozobra, también nos ha despertado y ha permitido que cambiemos ciertos hábitos y rompamos barreras para enfrentar nuevos desafíos; así tenemos, la

instauración de los mercados itinerantes en puntos estratégicos de la ciudad. Estos evitan el aglomera miento de personas al momento de hacer sus transacciones comerciales y de esta forma hacer frente al problema de salud que sigue causando estragos en la sociedad. Si nos enfocamos en nuestro medio, estos mercados hasta ahora están dando buenos resultados, permite que las personas dedicadas a este rubro puedan cumplir con sus actividades y de esta forma adquirir el sustento diario, sobre todo en momentos donde la situación económica es un problema agobiante en muchos hogares del país. La mejor forma de enfrentar los días de angustia es realizando tareas que están al alcance de la población porque no hay otra manera de enfrentar las múltiples necesidades que golpea la mayoría de hogares en el Perú. Los mercados itinerantes son lugares donde se fomenta la economía y donde la sociedad confluye en función al consumo y el intercambio de productos de todo tipo; así como también permite el encuentro de productores y consumidores que ven una oportunidad para seguir laborando en momentos de apremio donde la pandemia ha traído muchas limitaciones; aparte que también nos ha infundido a realizar tareas que no estaban previstas, pero hay que hacerlas si queremos desafiar los momentos difíciles. Los mercados itinerantes se han convertido en escenarios articuladores de las economías familiares populares. - Aquí es donde se pone de manifiesto la actividad cotidiana de nuestros productores campesinos, de aquellos que no perciben salario alguno, su tiempo está dedicado a la inversión económica en la actividad comercial, empleando cierto capital económico a través de préstamos con altos intereses; entonces hay que entender la exigencia de las grandes mayorías, quienes se aferran a que la economía se reactive en nuestro país. Es importante en Chota, las autoridades y dirigentes campesinos concuerden en sus ideas para plasmar tareas que vaya en beneficio de todos. Nadie se sienta perjudicado, muchas veces se deja notar que se toman medidas unilaterales que a nada bueno conducen; hay acuerdos que no se respetan, porque no se hace con el concurso unánime de todos los actores sociales. Cada quien tiene una posición diferente, pareciera que este problema sanitario a algunos les da brillantes ideas y a otros les vuelve parcos. Hay que corregir errores, es momento de hablar un solo idioma si queremos enfrentar con hidalguía estos escenarios nocivos para la humanidad. Se ha comunicado que el COMANDO COVID 19 de Chota, en sus últimos acuerdos ha tomado la decisión de prohibir mientras tanto el funcionamiento de plazas pecuarias; sin embargo, las autoridades campesinas anuncian el ejercicio normal de sus plazas en algunas comunidades y hasta la apertura de otras, porque necesitan de economía. Es una clara muestra que en Chota no nos estamos entendiendo, hay autoridades que no están siendo afectados en sus remuneraciones y al parecer de forma asilada toman decisiones sin pensar en la sufrida gente campesina. Frente a este laberinto, no queda otra salida. Las autoridades tienen que tomar al toro por las astas, en lo posible se preocupen en hacer cumplir los protocolos en todas las actividades comerciales, actuando con fuerza sin contemplación alguna; porque nos guste o no, en Chota hace rato la cuarentena se vino abajo y esto sucede porque lamentablemente el hambre no perdona a nadie y desde un inicio se dejó la rienda suelta y ahora aténgase a las consecuencias. (Escrito por: Aladino Gavidia Huamán)

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